El trabajo que me inventé

whatsapp-image-2017-05-23-at-10-08-46.jpegHay muchas coincidencias entre el modelo de teletrabajar y yo: somos de la década de los 70, es la mejor opción para que las mujeres continuemos en nuestra carrera laboral después de ser madres y es una invitación a explorar nuevas formas de cultura, comunicación y educación en empresas, familias y sociedad.

De los primeros aprendizajes que tuve con las TIC, cuando tuve PC en casa, conectado a internet, fue desconfigurarlo, buscar ayuda y volver a empezar, esa es lección básica de actitud frente a la tecnología: perder el temor a la equivocación y saber que siempre existirá una solución en ese entorno virtual. Una segunda fue especializarme en "cacharrear", como dicen. Eso me ha servido para identificar que existe una lógica del usuario que los desarrolladores o programadores traducen en un lenguaje que solo ellos conocen. Los que estamos en función de este mundo virtual desarrollamos el hábito y pasión por ser autodidactas.
Después de verme  la película Julia and Jullie, decidí empezar un blog solamente sobre las experiencias que he tenido con trabajar en la nube. Para quienes no conocen la producción cinematográfica, el argumento está basado en la historia real de una escritora, Julia Powell, que se hace bloguera motivada por un tema y personaje que la inspiran, la cocina y la popular Julia Child, una de las figuras célebres de la cultura gastronómica en Estados Unidos.  No olvidaré que después de una conversación telefónica, la mamá de Julia le dijo por teléfono "termina algo por alguna vez en la vida" y ella se sintió devastada. El esposo la ayudó a pensar en medio de su estado de negativismo y le dijo: eres escritora, escribe tu propio blog. A partir de ahí comenzó su reto diario.
Soy bloguera desde 2009 con Panel Sin Fronteras, pero tengo acostumbrados a los lectores a temas variados y esta vez quiero algo que me defina. Creo que la mejor forma de hacerlo es a través de un blog que se llame: Aida Hernández Rúa, cuando trabajas en la nube.  Y con esto espero que se deje de ver lo virtual como algo incierto, vago o complejo, sino como la gran fortaleza que representa para la comunicación, para el cambio de estructuras organizacionales y mentales, para el bienestar de cualquier ser humano y su núcleo más cercano. Al igual que el blog de Julia, este es también respuesta a alguien que me preguntó hace unos años por "el trabajo que me inventé".

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